lunes, 25 de octubre de 2010

El bolso de Mary Poppins.

Me comí el algodón de azúcar y, de postre, la cazadora de cuero. Me vestí de blanco y justo después, de negro. Ternura y lujuria. Timidez y atrevimiento. Di un paseo que se convirtió en carrera. Permanencia y recuerdo. Susurro y aullido. Inocencia y deseo. Zapatilla y tacón. Peluche y perro. Quise moldear plastilina que se convirtió en acero. Acústica y eléctrica. Caricia y sexo.

En mis noches caben mil sueños.
Mis noches son de todos los colores.
Mis noches no tienen fondo, como el bolso de Mary Poppins.

Lo.



1 comentario:

Pablo Gonz dijo...

He estado leyendo tus últimas entradas, Lo. Y veo que van tomando progresivamente un carácter lírico. Me parecía estar leyendo poemas en prosa, luego poemas o canciones.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ