lunes, 16 de agosto de 2010

De lunes a lunes.


Hablar a la vez.
Reírnos siempre de las mismas estupideces.
Hacernos preguntas absurdas y jamás encontrar la respuesta.
Despertarnos con un "¿Eso que oigo es aguaaaa?".
Jugar al mentiroso.
Perdernos por la carretera.
Discutir como un matrimonio.
Darte mal las indicaciones y que tú me llames desastre.
Comer ensaladilla rusa.
"Moriremos jóvenes".
Sentarnos en un banco a mirar al infinito.
Encontrar la forma de acabar con la prostitución creando el grua-bus.
Cenar comida de Mc Donalds en un (casi) bosque.
Buscar la casa ideal.
Descubrir a nuestros yoes ancianos.
Perder neuronas, memoria y salud.
Bañarnos en la playa como cura anti resaca.
Intentar ir al autocine, pero no.
Dar con el jardín terapéutico.
"Es que estás muy pesada". "Y tú no tienes paciencia". "Pues se fue a juntar el hambre con las ganas de comer".
Sabernos de memoria videos idiotas y seguir llorando de risa.
Jugárnosla.
Desesperarnos con la radio del coche.
Buscar por todas partes unas patatas con mayonesa a las 8 de la mañana.
Llegar tarde.
"Qué poco confías en mí". "Poco no, nada".
Dar conversación a los taxistas.
Amanecer moribundos y quejándonos.
Dormirnos viendo una peli.
Bailar.
Pasear por calles empedradas.
"Oye, ese olor a chorizo... ¿de dónde viene?".
Tomar cervezas en una terraza.
Compartir teléfono móvil.
Escuchar el mismo disco una y otra vez.
Llegar a dar asco.
Trepar por rocas y sufrir al tener que bajar.
Hacer fotos y no morir en el intento.
Emborracharnos.
Oír música inexistente.
Convertir una maleta en un armario.
Ahogar un móvil en una copa de vodka-limón.
Pelear con hormigas voladoras.
"¿Por aquí no pasamos ayer?"

Y un largo etcétera.

Aunque nadie lo entienda.

Lo.

1 comentario:

Propílogo dijo...

Siempre he dicho que hay cosas que hay que aceptar aunque no se entiendan.
Cuando he leído "despertarnos con la radio del coche" he pensado si nos habrías estado espiando hace años. Luego he visto "desesperarnos"; y he pensado que también.
No sé si lo ha leído, pero debería, aunque no todos los vecinos deberían ver todos los rincones de nuestro jardín...