lunes, 2 de agosto de 2010

Conmociones reveladas.

No sabía por qué, pero la mera contemplación de sus fotografías era suficiente para alterarla. Las imágenes, cargadas de pasión, ejercían sobre ella una atracción extraordinaria. Nada la dejaba indiferente. Cada elemento de aquellas composiciones insólitas conseguía despertar en ella una sensación asociada. Placer, calor, desazón, pereza, intriga, misterio, vértigo, ternura, calma, alegría, desconsuelo, plenitud, inconformidad, angustia, abandono…

Encuadres, enfoques, perspectivas, texturas, luces, colores y colocaciones, se ponían de acuerdo para introducirse dentro de ella y agitar con brusquedad su más recóndita intimidad.

Desconocía a la persona capaz de quebrar su cáscara a base de disparos pero, siendo consciente del poder que ésta detentaba, se alegró de que sus caminos no se hubieran cruzado (todavía).

Lo.

No hay comentarios: