martes, 11 de mayo de 2010

Sin saber, sin sabor.


Si era el caballo, a veces se movía en "l", pero a veces no. Contaba 20, 30 o 40 cuando comía ficha. Hasta iba de oca en oca cuando no le tocaba. Llevaba tiempo jugando sin conocer las reglas. Y ni siquiera se había dado cuenta.

¿Tramposa o ignorante? No lo sabía. No sabía. ¿Era estúpida, era insípida?

Lo.

1 comentario:

Pablo Gonz dijo...

Estimada Lo (o Paloma):
He estado leyendo tus microcuentos y los encuentro excelentes. Creo que tu blog va a tener mucha proyección dentro del circuito de los micreros y yo pienso ayudar a ella enlazándolo desde el mío. Para facilitar tu entrada en la red, te recomiendo que incorpores un blogroll o una lista de enlaces, así los lectores fluyen de una página a otra por afinidad.
Un saludo,
PABLO GONZ
http://pablogonz.wordpress.com