Revoluciónate. Revoluciona mis sábanas.
Envuélvete. Envuélveme con tu piel.
Participa. Lucha. Bebe. Muerde. Actúa. Suspira.
Evítame. Atráeme. (Que me atraigas).
Revuélvete. Revuélveme. Engánchate y desengánchate después.
Laméntate. Espíame. Suéltame.
Contágiate. Contágiame.
Ahora toma aire. Respírame...
Terminó su monólogo -pausado al principio y acelerado, casi atropellado al final- y apartó los ojos del espejo. Posando la mirada sobre sus manos agarrotadas y temblorosas, ahogó un sollozo casi inaudible.
Entonces supo que nunca (nunca jamás) se lo diría.
Lo.
3 comentarios:
Excelente Paloma! Resulta patéticamente verídico.
Saludos!
Destaco la fuerza de los sentimientos que contiene este micro. Con la prosa muy sólida son a mi juicio las dos características más destacables de tu literatura en estos momentos. Estoy seguro de que crecerá de un modo orgánico y dará otros frutos hermosos.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ
Hermoso y vital, muy vital y real.
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